El cuello uterino o “cérvix” es parte del sistema reproductivo de la mujer. Es la parte inferior estrecha del útero (matriz) y se abre hacia la parte superior de la vagina. Es el canal que conecta el útero con la vagina.
Las células del cuello uterino a veces cambian y ya no crecen ni se comportan de una forma normal. Estos cambios pueden provocar tumores no cancerosos (benignos) como pólipos, quistes o fibromas, o tumores mas agresivos e invasores (malignos).
La causa principal o factor de riesgo mas importante para desarrollar cáncer cervicouterino, es la infección por VPH (virus de papilloma humano), siendos los principales los subtipos 16 y 18.
El síntomas principal es el sangrado vaginal, otras mujeres presenta secreción fétida, dolor pélvico o incluso dolor al tener relaciones sexuales.
Para la detección de las lesiones tempranas y de cancer cervicouterino existe la llamada prueba de Papanicolaou. La cual se debe realizar de forma rutinaria.
Una vez teniendo el diagnóstico de cáncer cervicouterino, es importante definir la etapa clinica en la cual se encuentra la paciente, ya que el tratamiento inicial depende de este factor. Esto se realiza en base a una adecuada exploración física con personal experto. Además se debe de complementar con estudios de extensión como la tomografía computada para una adecuada estadificación.
Una vez llevado a cabo lo anterior, se decide la modalidad del tratamiento que puede ser desde cirugía de inicio, ó la combinacion de quimioterapia y radioterapia. Es importante saber que no siempre la cirugia es la mejor opción, ya que al tratarse de un cáncer con adecuada respuesta a quimioterapia y radioterapia, en muchas ocasiones se debe optar por esta segunda modalidad de tratamiento inicial.
La principal preocupación a tomar en cuenta de este tipo de cáncer es su potencial de invasión hacia órganos vecinos como la vejiga, el recto o los ganglios linfáticos causando una gran morbilidad en las mujeres. Por ende es indispensable el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado.